La limpieza y restauración de los faros opacos de tu coche no solo mejora su estética sino que también incrementa tu seguridad en la carretera. A continuación, te explicaré cómo puedes devolverles su brillo original de manera sencilla.
Primero, necesitarás un par de guantes, una esponja, agua, jabón, papel de lija de grano 1000 y 2000, y pulimento para faros. Inicia lavando los faros con agua y jabón para eliminar la suciedad superficial. Luego, humedece el papel de lija de grano 1000 y lija suavemente los faros en movimientos circulares. Este proceso ayudará a eliminar la capa opaca.
A continuación, repite el proceso con el papel de lija de grano 2000 para suavizar la superficie. Asegúrate de mantener el faro húmedo durante todo el proceso de lijado para evitar daños. Una vez terminado, seca los faros y aplica el pulimento según las instrucciones del fabricante.
Finalmente, enjuaga y seca los faros. Notarás que han recuperado su brillo original y que la luz se proyecta con mayor claridad. Ahora tu coche no solo luce mejor, sino que también es más seguro para conducir en condiciones de poca luz. Recuerda, la seguridad vial también depende de la correcta iluminación de tu vehículo.